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Solo un pequeño salto bastó para que el frágil cuerpo de Bella cayera al acantilado de La Push. Creyendo que así encontraría la adrenalina que tanto deseaba y que de ese modo lograría ver a su amado Edward. Sin embargo lo que pasó no fue lo que ella esperaba.
Un manto rojo, a lo que sus ojos parecieron llamas de fuego, se acercaba a Bella a una rápida velocidad. En cuanto distinguió la silueta rojiza comprobó que se trataba de Victoria, la vampira nómada que iba en busca de ella para matarla. En un intento fallido de salir del agua se golpeó la cabeza con las duras piedras del acantilado, perdiendo mínimamente el conocimiento.

La pelirroja aprovechó ese instante para acercarse a su víctima y morderla en el cuello, con la intención de beberse hasta la última gota de su atrayente sangre. Pero la vampira no contaba con que antes de poder matar a Bella del todo, Jacob hizo acto de presencia y Victoria se vio obligada a salir huyendo de La Push, dejando su trabajo a medias. Pero la vampiresa no iba a resignarse. De un modo u otro volvería y vengaría la muerte de James.

El Licántropo sacó a su mejor amiga del agua a prisa, tumbándola en la arena de la playa. La examinó atentamente y cuando sus ojos se posaron en su cuello observó dos pequeños agujeritos ensangrentados, el mordisco de Victoria. Inmediatamente el mundo se le vino encima, Bella, de la cual estaba profundamente enamorado, se convertiría en vampira en cuestión de días y él no podría hacer nada por evitarlo. La joven comenzó a gemir de dolor y a retorcerse. Jacob, a pesar de saber que la perdería, se la llevó a su casa e inmediatamente localizó a Carlisle contándole lo sucedido.

El líder de los Cullen avisó rápidamente a su familia contándoles la tragedia, incluyendo a Edward que estaba en paradero desconocido, maldiciéndose a sí mismo por haber dejado a Bella. Al enterarse de la noticia, Edward se derrumba. Lo que había luchado por proteger durante todo ese tiempo se había ido al garete. La culpabilidad lo dominó de una manera tremendamente dolorosa.

Así pues los Cullen partieron hacia Forks y, con el permiso de Sam (lider de la manada de los Licántropos) Edward entró en el territorio Quileute para llevarse a Bella a la mansión. Al verla en aquel estado agonizante se le partió el corazón y Jacob, furioso, discutió con Edward, pues él piensa que toda la culpa es del vampiro. La discusión subió tanto de nivel que Edward no pudo más que salir de la casa de los Black, con Bella en sus brazos, antes de que Jacob se transformara en Licántropo y sucediera una catástrofe allí dentro.

Pasarón dos días y Bella continuó agonizando, notando como su cuerpo moría poco a poco, pero teniendo el consuelo de que Edward no se movió de su lado en ningún momento. Alice, sintiéndose terriblemente culpable por no haber visto a Victoria morder a Bella y por ello no pudiendo evitarlo, pasó también muchas horas al lado de la que ahora es su nueva hermana. Descuidando un poco a Jasper, pero éste lo entiendía y no pidió explicaciones.

Al cabo de unos días Bella murió y no mucho más tarde sus ojos se abrieron mostrando un color borgoña nunca antes visto en ella: ya era vampiresa. Notó como sus sentidos estaban notablemente más desarrollados y como su piel estaba aun más pálida. Concluida la transformación Edward le pidió disculpas una y mil veces, rogándole que le perdone pues él jamás podría perdonarse el haberla dejado sola. Ahora Bella no volvería volver a ver a sus padres y un vacío irremediable se formó en su interior. Vacío que Edward trató de llenar pidiéndole que se case con él y jurándole que estarían juntos para siempre.

Sin embargo un problema se presenta: Bella es incapaz de controlar su sed y más de una vez estuvo a punto de atacar a humanos. Carlisle preocupado se ve obligado a pedirle a Edward que parta hacia Volterra junto a su futura esposa y que pasen allí un tiempo, que Bella vea con sus propios ojos las atrocidades que la realeza y su guardia cometen asesinando a humanos y que sea ella misma la que decida optar por la dieta vegetariana. Y que, de paso, estando con los Vulturis la vampira recién nacida no cometería ninguna locura, pues la cena se la servirán en bandeja.

De ese modo ambos viajan hacia Volterra -no sin antes decirle a Charlie que se irían de vacaciones como excusa- y allí les acogen encantados, sobretodo Aro, el cual pretende hacerlos de su guardia por el don de Edward y el poderoso don que Bella está desarrollando. Pero en Volterra las cosas han cambiado desde la última vez que los Cullen estuvieron allí. Nuevos miembros han pasado a formar parte de la guardia, alterando un poco las cosas con el resto.

Mientras tanto en Forks las cosas siguen su curso. El clan de Denali se ha instalado en la mansión Cullen para pasar una larga temporada con sus amigos, haciéndose pasar por familia de éstos. Primos, para ser exactos. La llegada de las Denali no ha hecho más que complicar las cosas. Por un lado tenemos a Kate, quién se ha visto sorprendéntemente atraída por Jasper. Éste puede notar a la perfección las emociones de la vampiresa, y sabe que no debe acercarse demasiado a ella. Pero tal vez el sentimiento de culpabilidad de Alice por lo sucedido con Bella hace que ésta se encierre más en si misma y Jasper opte por refugiarse en la amistad que tiene con Kate. Tanya, por su parte, está pensando en marchar a Volterra. Tiene la intención de aprovechar la nueva condición de Bella y su gran debilidad por la sangre para acercarse a Edward.

Por otro lado está Irina, quién no ha desaprovechado la ocasión a espaldas de todos para intentar vengar la muerte de Laurent, quién fue asesinado por los lobos. La vampiresa no ha dudo en cruzar la frontera con La Push a sabiendas del tratado de los Quileutes con los Cullen. Allí, ha atacado a más de uno, tanto a humanos como a licántropos. No ha llegado a matar a nadie, pero si a herir. Los Cullen intentan controlarla, pues el tratado tiende de un hilo por su culpa.

Pero no solo Irina causa problemas dentro de la manada. Emma, prima de Quill Ateara, ha llegado hace unos meses a La Push para formar parte de ésta. Leah, que siempre había sido la única mujer, se ha visto eclipsada por la simpática muchacha. No duda en pagar sus enfados con ella y en echarle las culpas de todo a la joven licántropa. Y por si eso no fuera suficiente para Leah, resultó que Jacob se imprimó de Emma nada más verla, olvidando a Bella, al menos en el plano amoroso y prestando toda su atención a la recién llegada.