Vivian E. Dekker {completa}

Perfil Psicológico

●Descripción Psicológica:
Si se buscara expresar la personalidad de Vivian en una palabra, sería desinhibida. Desde temprana edad se mostró como una niña desenvuelta que llamaba la atención a donde fuera que estuviera. Una fiesta, una comida, un parque, no importaba el lugar, ella conseguía sobresalir.

Su desenvoltura fue interpretada (y con justa causa) como rebeldía en sus años adolescentes. Jamás se ha considerado una seguidora de protocolos y reglas sociales o morales. Su visión va más allá, siempre quiere más, y la novedad es su más grande placer. Si es nuevo, complicado o arriesgado, ella debe intentarlo.

Las relaciones personales y ella no van de la mano, y no porque sea una aislada social, al contrario podría decirse que es del tipo de mujer que ‘se pasa de sociable’ y, tal vez, ese sea su problema. Busca relacionarse con muchas personas pero con ninguna crea un real vínculo que pueda terminar en algo más importante, como una verdadera amistad o un noviazgo.

Siempre está alerta y sus conocidas se burlan de su exceso de desconfianza, sin embargo eso no mengua su ferviente creencia en el dicho “piensa mal y acertarás” pues ha comprobado de mil maneras – unas menos agradables que otras – qué eso es tan cierto como el color del cielo.

Dominante, ama tener el control de todo y todos. Acatar órdenes se le da bien siempre y cuando sean justificadas y bien fundamentadas. Cuestiona el porqué de todo a veces por curiosidad, otra más por información y otras tantas por el placer de sacar de quicio a los demás.

Sabe ser carismática, finalmente de eso vive. Sabe lo que los demás pueden desear y esperar de ella y no se limita al intentar conseguir un beneficio a cambio de algo más. Los límites y ella simplemente parecen no poder convivir en la misma oración, y mucho menos en la misma dimensión.

Los sentimentalismos no se le dan, sarcástica e incluso cínica al hablar, aborrece cualquier muestra de afecto. Si a ella nadie le ha mostrado afecto, ¿por qué ella ha de demostrarlo? Finalmente, el afecto no consigue dinero ni poder, que es lo que la mueve, sus encantos naturales bastan.

La sinceridad es una característica complicada de definir en ella, pues en ocasiones lo es en demasía y en ocasiones no lo es para nada, y ni siquiera podrías notar la diferencia. Miente con la misma facilidad con la que respira, ni siquiera se acelera su pulso aun si está a punto de ser descubierta en una falsedad. Su sonrisa angelical la hace parecer tan transparente como el agua de manantial aun cuando su mente y corazón son más turbios que el petróleo mismo.

Eso sí, nadie podría negar que es divertida y ocurrente, es el tipo de chica que sabe divertirse y divertir a los demás. Una vez que entra en ambiente podrías casi jurar que es el alma de la fiesta disfrazada de una dama, claro que uno nunca sabe cuál es el verdadero disfraz.

●Gustos:
~ Baile. Lo adora y es su vida, literalmente hablando. Su trabajo consiste en bailar, aunque no precisamente será Clara en el Cascanueces u Odette en El Lago de los Cisnes. Su estilo es más ghetto y no hay como negar que sabe lo que hace cuando de bailar se trata.

●Disgustos:
~ Mentiras. Y no es que ella sea una santa y todo el tiempo sea sincera, pero si ella deposita su confianza en alguien es porque se la ha ganado, y si descubre que fue una mentira, no se tentará el corazón en hacer pedazos a quien le haya querido ver la cara
~ Drogas. Las odia porque le costó mucho dejarlas y porque en ellas se le fue una fuerte suma de dinero y vida. Entre consumo y malos negocios, las drogas casi acaban con su vida y acabaron con la de quienes fueron su familia.
~ Escuela. Finalmente tiene sólo 19, y la escuela es prácticamente una obligación. Su madrina financió su educación desde que ella puede recordar hasta que encontró a sus abuelos y puso precio a su silencio.

●Manías:
~ Tocarse el cabello. Y se la ha intentado quitar de encima pero parece imposible. Si está pensando, se enreda un mechón de cabello entre los dedos, siguiendo la usual curva de sus ensortijados rizos. Si está nerviosa o incómoda, lo acomoda detrás de su oreja. Si está enfadada, lo recoge en una coleta, estirándolo hacia atrás, antes de dejarlo caer nuevamente, desordenado, sobre sus hombros.
~ Morderse los labios. Y no lo hace siempre por coquetería. Precisamente por esa manía se ha vuelto adicta al uso del chapstick pues de otra manera tendría los labios terriblemente descuidados. Es, además, su manera personal de mostrar desaprobación a algo o alguien.

●Hobbies:
~ Diseñar. Su madrina le enseñó a coser desde muy pequeña y prefiere ser ella quien confeccione su propia ropa, claro que nunca rechazaría a Vera Wang o Calvin Klein en su guardarropa pero para ocasiones no importantes y mantener su vida cotidiana, usa lo que ella ha confeccionado dejando relucir su arraigado sentido de individualidad.

●Vicios:
~ Tabaco. Tiene un vicio desde los 13 por los cigarrillos, y no es que no pueda dejarlo, pero le quita el hambre y la tranquiliza. El aroma del tabaco la fascina.
~ Alcohol. Si bien no es una alcohólica, bebe y bastante. Bebe casi cualquier cosa, vodka, whisky, tequila, cerveza, vino, champaña…. No discrimina, pero tampoco es una alcohólica, y sabe controlarse, finalmente sabe que se disfruta más cuando se está en los 5 sentidos.

Historia

Llovía torrencialmente en Hertfordshire a las 6 de la tarde de aquél 3 de enero. Las familias se refugiaban en sus cálidas salas de estar con té, café o chocolate con malvaviscos al lado de la chimenea, otras tantas aprovechaban el mal clima para una reunión con los amigos acompañado de whiksy y una de esas familias estaba en el Queen Elizabeth II celebrando la llegada de su primera hija. Sebastian miraba embelesado el cunero 014, el cunero de su primera hija. En cuanto sostuvo a la bebita entre sus brazos, le robó el corazón, tenía unos preciosos ojos azules y el fino cabello ligeramente ensortijado de un precioso color cobre. Lailah no pudo menos que adorar a la pequeña, y no permitió que se la llevaran de su lado una vez que las pusieron en la misma habitación. Así comenzaba la que prometía ser una maravillosa vida para Vivian.

Los Remington manejaban "The City" una cadena de restaurantes de Argentina a Canadá y de China a Panamá, recibiendo una bien merecida suma por el servicio y, ¿para qué negarlo? La mitad de ese dinero se gastaba en la primera nieta. Vivian tuvo todo al nacer, la mejor ropa, la mejor cuna y, claro, la mejor atención. El joven matrimonio Remington era la mejor versión de la pareja perfecta en Hertfordshire

Vivian a penas cumplía un año cuando Lailah resultó embarazada nuevamente. Dos bebés se salían del esquema, pero no por ello el nuevo integrante sería menos querido. El embarazo fue complicado para Lailah en esta ocasión y pasó 6 meses, de los 8 que duró su embarazo, postrada en una cama de hospital. El nacimiento de la nueva bebita fue igualmente complicado y la salud de Vanessa, la bebita, y su madre eran muy delicadas. Seis meses más tarde, Lailah falleció.

Sebastian ahora debía cuidar a 2 bebitas y no tenía ni idea de cómo hacerlo. Soportó el ritmo de vida por un par de años, mientras continuaba contando con el apoyo de sus padres, pero un mal negocio les hizo perderlo todo y se quitó la vida. O al menos esa es la versión que contaban los tabloides. La realidad era que los negocios de los Remington eran todo, menos limpios. Los restaurantes eran una manera de justificar todo lo que realmente daba dinero y poder a la familia, el narcotráfico. Pero una mala jugada les había quitado todo lo que tenían. Unos hombres habían atrapado a Sebastian mientras llevaba a Vivian al jardín de niños y, tras vaciar sus cuentas, le habían pegado un tiro y lo habían dejado en su despacho haciéndolo parecer, sin duda un suicidio.

Vivian era la viva imagen de su padre y sus abuelos no la toleraban cerca, por lo que le cedieron la custodia a Jade Dekker, prima de Lailah y madrina de bautizo de Vivian. Jade era una mujer americana, se había mudado poco después del nacimiento de Vivian persiguiendo un sueño, el de ser una brillante diseñadora, y no tenía, ni por asomo, el estatus social de los Remington y llevó a la pequeña a vivir a Brooklyn, su actual lugar de residencia. El estudio en el que vivían era pequeño, pero no le faltaba nada y Jade, al no poder tener familia, se empeñaba en darle todo lo que podía, en hacerla olvidar lo que había sido su vida para que no añorara nada. Para que, en un futuro, no la abandonara.

Lois, como la llamaba su madrina, se convirtió en una chica normal de Brooklyn, aunque tal vez demasiado alborotada y libertina, pero feliz. Claro que todo cambió nuevamente cuando volvió a ver a sus abuelos. Tenía 15 y disfrutaba su adolescencia, y mientras atendía mesas en un tranquilo restaurante de SoHo, los vio. Era innegable el parecido entre sus abuelos y ella, y era innegable que ella era una Remington a pesar delos tatuajes y perforaciones. Una inicial invitación a comer le abrió las puertas de un mundo totalmente nuevo para ella.

Jade no estaba contenta, en absoluto, de esa ‘reunión familiar’ y, sin embargo, respetó que Vivian deseara ver a sus abuelos y conocer a su hermana, Vanessa, una señorita de sociedad con la que no tenía absolutamente nada en común.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que Vivian se diera cuenta la verdadera clase de personas que eran sus abuelos, los negocios que habían mantenido y la manera en que prácticamente la habían regalado, sin el más mínimo remordimiento. Finalmente, en la alta sociedad los chismes, dimes y diretes son el pan de cada día y la noticia de que la desaparecida nieta de los Remington aún vivía no se hizo esperar. Numerosas historias llegaron a oídos de Vivian sobre por qué no era una estirada igual a su hermana, pero todas coincidían en algo, sus abuelos jamás la habían querido.

Llena de resentimiento, Vivian rompió relaciones con sus abuelos nuevamente, volviendo con su amorosa madrina, pero cuando se han probado las mieles del dinero y el poder, es difícil olvidarlas. Sabía que, si deseaba algún día bailar en un lugar más allá de un club donde se vendía, tenía que adquirir la mejor educación y entonces le puso un precio a su silencio. Manutención para su madrina y para ella y la mejor educación que se le pudiera brindar jamás. Sus abuelos, por supuesto, accedieron pues lo que menos querían era verse nuevamente envueltos con aquel mundo que les había arrebatado al hijo que tanto habían adorado.

Individualista, rebelde y caprichosa, lleva una doble personalidad: por un lado, es una chica normal, una artista que salió de Brooklyn y que busca ganarse la vida bailando cuando termine con sus estudios y adora a su madrina y la otra, una reventada mujer de falsos 21 años que se gana la vida bailando en un club. La realidad es que la segunda personalidad se asemeja más a la Vivian real que la 1era, porque el resentimiento la ha corroído y de esa jovencita tranquila y poco afortunada queda casi nada. Desconfiada e inteligente, ahora se mueve en dos mundos, siendo una educada pero alborotada jovencita de día, y algo más cercano a una prostituta que una bailarina, de noche.

Familia Directa

• Nombre: Howard Remington
  
• Edad y empleo: 72 años || Presidente de The City
  
• Relación:Abuelo
  
  
• Nombre: Violet Remington
  
• Edad y empleo: 68 años || Esposa perfecta
  
• Relación:Abuela
  
  
• Nombre: Sebastian Remington
  
• Edad y empleo: Fallecido
  
• Relación:Padre
  
  
• Nombre: Lilah (Gritzenko) Remington
  
• Edad y empleo:Fallecida
  
• Relación:Madre
  
  
• Nombre: Vanessa Remington
  
• Edad y empleo: Estudiante de Julliard || 17 años
  
• Relación:Hermana
  
  
• Nombre: Jade Dekker
  
• Edad y empleo: 40 años || Diseñadora
  
• Relación:Madrina

Datos Extras

~ Es alérgica a las nueces
~ No le gustan las mascotas
~ Desea salirse de esa vida de excesos pero no sabe cómo hacerlo
~ Le cuesta admitir que necesita ayuda